Sobre una población económicamente activa de 14,4 millones de personas reveladas, la tasa de desempleo creció hasta el 7,9% en el primer trimestre de 2025 y alcanzó el nivel más alto en el año y medio de gestión del presidente de la Nación Javier Milei.
El dato surge del informe de Mercado de Trabajo elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en base a un estudio que toma en consideración la situación de los 31 principales conglomerados urbanos de la Argentina, es decir, un universo total de 29,8 millones de personas.
En ese sentido, la desocupación creció en relación con el cuarto trimestre de 2024, puesto que en dicho período fue del 6,4%. Según esa cantidad de población proyectada a todo el país, la cantidad de desocupados fue de 1.700.000. Se trata de más de 300.000 frente al registro del año pasado.
De este modo, la desocupación alcanzó su nivel más alto desde 2021, cuando el país se estaba recuperando de la caída de la producción tras las restricciones implementadas a causa de pandemia de Coronavirus.
En detalle, la tasa de empleo, que mide la proporción de personas ocupadas con relación a la población total, registró en el primer trimestre del año un porcentaje de 44,5%. De ese total, el 72,7% son asalariados, mientras que el 23,5% trabaja por cuenta propia, el 3,4% son patrones y el 0,4% son trabajadores familiares sin remuneración.
Asimismo, el INDEC precisó que el desempleo en el período enero-marzo de 2025 se ubicó en 7,9%, lo que significó que casi 1.700.000 argentinos no tienen ocupación, buscan trabajo activamente y están disponibles para trabajar.
Según precisó el informe del INDEC, las regiones que mostraron la mayor tasa de desocupación fueron la del Gran Buenos Aires y la Pampeana, con 9,1% y 7,4%, respectivamente. En tanto, la región con menor registro de desempleo fue la Patagónica con 4,9%.
“Dentro de la población desocupada, se observa un crecimiento de 4,1 puntos porcentuales de la proporción de aquellas personas con un tiempo de búsqueda menor o igual a tres meses (de 38,2% a 42,3%). A su vez, al desagregar por categoría ocupacional, el grupo no asalariado registró una suba de 3,1 puntos porcentuales (de 21,2% a 24,3%)”, puntualizaron desde el INDEC.
La Canasta Básica Total (CBT), que mide el incremento de precios de alimentos, servicios y transporte, registró en mayo un aumento mensual del 0,1%, lo cual significó que una familia compuesta por dos adultos y dos menores necesitó $1.110.624 para no caer por debajo de la línea de pobreza.
En paralelo, INDEC informó que la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que marca los ingresos que se deben superar para no ser indigente, registró por primera vez en la actual gestión nacional un descenso de 1,4%, por lo que el mismo grupo familiar necesitó de $500.281 en octubre para no quedar debajo de la línea de indigencia, es decir, $2.000 menos que en abril.
Con relación a la medición interanual, los datos arrojados por el INDEC, en su informe “Valorización mensual de la CBA y de la CBT. Gran Buenos Aires”, indicó que la CBA creció 29,3% de manera interanual, mientras que la CBT subió un 30,5%, ambas por debajo de la inflación acumulada en los últimos doce meses.
Es preciso señalar que, la evolución del valor de estas dos canastas es crucial a la hora de la medición trimestral de la pobreza y la indigencia, porque sus valores se comparan contra los ingresos declarados por la población.