En el marco de la investigación por muertes vinculadas a fentanilo contaminado, se realizaron en los últimos días 22 allanamientos en Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ramallo, San Nicolás y Santa Fe. El juez Ernesto Kreplak fue quien emitió la orden para que actuara la Policía Federal Argentina (PFA) .
El objetivo de los procedimientos es establecer si hubo fallas en los procesos de producción, sumado a la cantidad de muertes y los pacientes que resultaron afectados con las bacterias Klebsiella pneumoniae MBL y Ralstonia Picketti, detectadas en lotes del laboratorio HLB Pharma S.A.
La última actualización del Boletín Epidemiológico Nacional, número 762, precisa son 51 las muertes por fentanilo contaminado y que 11 de los 19 establecimientos que notificaron casos registraron muertes. “El sexo masculino es el más afectado y el grupo etario con más fallecimientos son los mayores de 70 años”, detallaron.
Las autoridades indicaron que a la totalidad de los casos fallecidos se les suministró previamente el lote de fentanilo mencionado. Todos los pacientes se encontraban previamente internados por otras causas y se les administró el medicamento en contexto de la intervención que cada uno requería por su estado clínico.
El fentanilo es un opioide sintético extremadamente potente, utilizado principalmente en entornos hospitalarios para el manejo del dolor severo y la sedación en pacientes críticos. Su potencia es aproximadamente 100 veces mayor que la de la morfina y 50 veces superior a la de la heroína, lo que lo convierte en una herramienta eficaz pero también en una sustancia de alto riesgo si no se administra adecuadamente.
En Argentina, el fentanilo se emplea desde hace más de cuatro décadas en medicina humana y veterinaria, especialmente en procedimientos anestésicos y en unidades de terapia intensiva donde se requiere la conexión de pacientes a respiradores. Su uso está estrictamente regulado y no está disponible para la venta al público general, lo que ha contribuido a evitar crisis de consumo como las observadas en otros países.
El primer alerta lo dio el Hospital Italiano de La Plata a mediados de abril, donde se descubrió que las ampollas de esta droga elaboradas por esa firma contenía dos peligrosas bacterias, Ralstonia pickettii y Klebsiella pneumoniae, que resultaron ser resistentes a los tratamientos convencionales.
El fentanilo contaminado, utilizado entre abril y mayo, ya fue retirado de circulación por orden de la Anmat, que además suspendió a HLB Pharma y su socio coproductor Laboratorio Ramallo.
El juez Kreplak investiga las responsabilidades de la empresa HBL Pharma. En ese marco, se realizaron varios allanamientos, incluyendo a la droguería Nueva Era, de Rosario, que habría distribuido parte del lote contaminado.
Uno de los focos de la investigación es el presunto sabotaje denunciado por el laboratorio HLB, ocurrido dos días antes del alerta de Anmat y cuatro antes de los allanamientos, según declaró su directiva. Se investiga el ingreso a la oficina de Garantía de Calidad, donde se destruyeron documentos clave que acreditan los procedimientos de fabricación y también desaparecieron registros de cámaras de seguridad.