El Papa Francisco recibió un emotivo adiós en su funeral celebrado en la Plaza de San Pedro, ante la presencia de miles de fieles y líderes internacionales. Tras la misa, su féretro fue trasladado a la Basílica de Santa María la Mayor, donde descansará su cuerpo, y su tumba podrá ser visitada por los fieles a partir de este domingo 27 de abril.
Este sábado, el Vaticano celebró el funeral del Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, con la presencia de aproximadamente 250.000 fieles y una gran delegación internacional, incluidos 50 jefes de Estado, 10 monarcas y más de 130 delegaciones extranjeras. La misa estuvo presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, quien recordó el legado del Papa, destacando su cercanía, humildad y servicio.
El legado del Papa Francisco
En su emotiva homilía, el cardenal Re evocó la última aparición pública de Francisco el domingo de Pascua, cuando, a pesar de sus problemas de salud, bendijo al pueblo desde el balcón de la Basílica. Re resaltó la dedicación del Papa a la misericordia y su incansable trabajo por los excluidos. En palabras del cardenal, “el Papa Francisco siempre puso en el centro el Evangelio de la misericordia”, dedicando su pontificado a acercar a las personas necesitadas y a buscar la paz en tiempos de guerra.
El cortejo fúnebre y el entierro en Santa María la Mayor
Tras la ceremonia, el féretro de Francisco recorrió seis kilómetros de Roma, pasando por el Coliseo y los Foros Imperiales, hasta llegar a la Basílica de Santa María la Mayor, donde fueron depositados sus restos. Durante el recorrido, unas 200.000 personas se unieron al cortejo. El entierro privado en Santa María la Mayor fue marcado por un ambiente solemne, y su tumba, con la simple inscripción «FRANCISCUS», podrá ser visitada por los fieles a partir de este domingo 27 de abril.
Un operativo de seguridad imponente
El funeral estuvo acompañado por un robusto dispositivo de seguridad, con más de 10.000 personas encargadas de la protección, entre ellas 4.000 efectivos policiales y 2.000 agentes de tráfico. Por primera vez en una ceremonia papal, se utilizó tecnología anti-drones para garantizar la seguridad en el evento.
El Papa Francisco, quien dedicó su vida a la misericordia, el servicio y la paz, descansará en la Basílica de Santa María la Mayor, en un homenaje que reflejó la magnitud de su legado en el corazón de la Iglesia y el mundo.
